Locos en su cordura

18 de enero de 2011

HISTORIA

A un cadete acostumbrado a las corridas, la venganza ya le pisa los talones, lamentando el precio de sus confeciones, va esquivando ejecutivos por Florida. Mientras cruza sin mirar las avenidas, se martilla la cabeza sin piedad, vuelve con los ojos llenos de perdón pero es demasiado tarde, y ella le dá un beso de esos que humillan a la soledad.
Por el centro todos conocen la historia del más pillo y la más bella del condado, y aunque tienen momentos de poca gloria es un cuento que merece ser contado. Cuando el amor se tomó unas vacaciones, la vida le dió milonga y él bailó, nunca le dijo que no a otros rock and rolles, pero Stevien Ray Vaughn fue testigo de esa magia que los condenó a vivir eternamente entre el tedio y la pasión, el instinto y la razón, entre la perseverancia y la cruel resignación, esa magia que no los va a dejar ser dos amantes del montón.
Ahora ella va a dos mil por hora por la vida, pisa el freno sólo para sus dos crios. Él supo hacerse más compañero del frío, ese que le hacia sangrar por la herida. Si hoy la describo digo "profeta mahoma", una vez hecho un trato ya lo consiguió y él adquirió una gran filosofía de goma, y zapatos baratos, eso no cambió. Ninguno de los dos creía en el destino y éste se vengó para hacerse notar, les vá poniendo más piedras en el camino, pero yo me juro fiel testigo de esa magia que ellos seguirán compartiendo entre el tedio y la pasión, el instinto y la razón, entre la perserverancia y la cruel resignación, esa magia que no los va a dejar ser, nunca los va a dejar ser, dos amantes del montón.


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